Chumacero, el boliviano que encajó en el Puebla

Llegó sin reflectores, pero sí con mucha ilusión. Con buen estado físico y capacidades para comandar el mediocampo hicieron que las miradas de los equipos mexicanos voltearan a Bolivia. The Strongest es el club que lo vio nacer en 2013. Cinco años después, Querétaro, Pumas y Puebla se fijaron en sus servicios. De La Paz y con 26 años, Alejandro Chumacero dio el sí con el equipo de La Franja. Las cualidades que mostró en la Copa Libertadores 2017, donde marcó ocho goles, hizo que los poblanos se abalanzaran sobre él y no lo dejaran libre. Enrique Meza, técnico de los camoteros, está contento con el fichaje de Chumacero, quien en poco tiempo se convirtió en un ídolo para la afición. Tuvo un debut tardío. No estuvo en el triunfo ante Tigres en la jornada inaugural del torneo Clausura 2018. Debió esperar a la siguiente jornada para que pudiera saborear la miel de la liga mexicana. Fue ante Monarcas en la segunda fecha donde vio acción por 22 minutos. El equipo comandado por Meza perdió, pero de inmediato se notó la habilidad del volante boliviano para tejer los hilos en media cancha. SE GANÓ AL HINCHA DESDE EL DEBUT El 16 de enero se estrenó en la Copa MX ante Cruz Azul. Le bastaron 34 minutos para marcar una primera anotación con los colores del Puebla. Chumacero apareció por el centro del área para recibir un pase de Félix Micolta. El ex futbolista de The Strongest remató de derecha. El disparo fue preciso y alejado de la humanidad del guardameta, que pese a que se estiró, no pudo contener el tiro de ‘Chumasteiger’. Desde la tercera fecha ante Veracruz, el paceño demostró valía y el entrenador le dio la confianza de la titularidad. Fue entonces cuando el amor con la afición poblana se encendió. Es ídolo de niños y grandes. Cuando es llamado en el sonido local del estadio Cuauhtémoc, la gente corea y saluda a Chumacero. La personalidad alegre que le caracteriza hizo que sus compañeros lo aprecien y confíen en él. Chumacero llegó para quedarse y darle a un Puebla una identidad y un estilo de juego. El mismo estilo que se plasmó desde que inició el torneo y que tiene a Puebla en zona de clasificación y con la sombra del descenso muy lejos.