lunes, 2 de noviembre de 2015

Jose Torrico, una locura en el arco

En el año 1964, un joven cochabambino de apenas 17 años se hizo gran figura de esos inolvidables torneos intercolegiales de fútbol, marcados por la acérrima rivalidad, el fervor y la pasión que imprimían en cada encuentro los brillantes deportistas locales.

Era el recordado arquero José Torrico Morales, uno de los emblemas de una época romántica del fútbol boliviano, cuando la Liga y la globalización de este deporte aun no había mercantilizado su práctica.

Como pocos, aquel joven cuidapalos mostró de entrada condiciones innatas e inmediatamente fue contratado por el mítico equipo paceño Universitario, donde se codeó con grandes jugadores, como Eulogio Vargas y Raúl Payaso Álvares.

Participó en varias ediciones de Copa Libertadores de América, defendiendo la portería de la UMSA, donde jugó frente al gran arquero Víctor Agustín Cejas, la emblemática figura del Racing Club.

P: ¿Cómo fue el inicio?

R: Fue el año 1964, contratado por el plantel de Universitario, que dirigía técnicamente el argentino Damián Rodríguez.

P: ¿En qué otros planteles jugó?

R: En la U cinco años, posteriormente pase al 31 de Octubre, donde el año 1967 le ganamos al Racing de la Argentina por 3 goles a 1, también defendí la portería de Always Ready.

P: Háblenos de su récord

R: Mantuve mi arco 973 sin que me marquen un solo gol.

P: ¿Qué recuerdo marca su vida deportiva?

R: Una vez, en el estadio Oruro Royal de Oruro, el balón en juego no salió del campo de juego, pero había otro que estaba cerca a la pared. Me confundí y el balón, que estaba habilitado, lo metí en mi propio arco. Esa es una de las anécdotas que siempre me recuerdan mis excompañeros de equipo.

FIGURA Algunos periódicos de esa época califican a Torrico como un “loco”o un “tiro al aire”, destacando su “actitud suicida”, bajo los tres palos.

Pese a que destacó entre los mejores, es modesto y señala que el mejor arquero boliviano fue José Issa, “sin dejar en el olvido a Griseldo Cobo”. Menciona en forma especial al desaparecido René Lafuente, que fue exclusivamente a Bolívar para regalarle su ascenso a Primera A.

Torrico se alejó unos años del futbol, para profesionalizarse como Ingeniero Geólogo en México. Luego volvió a su pasión: el fútbol, para ser el arquero del Always y para disputar luego una clasificación para el cuadrangular con Litoral de La Paz. Precisamente los medios escritos de esos años elogiaron su actuación. Culminó su dilatada trayectoria de arquero en 1982, en el partido Oriente Petrolero-Always Ready.

“En Bolivia futbolistas deben estudiar”

El recordado exportero de Always Ready y 31 de Octubre asegura que en estos días y tal y como está el balompié nacional, es casi una obligación que el futbolista no descuide sus estudios.

A sus 70 años, Torrico se siente orgulloso de su trayectoria, recomienda a los jóvenes futbolistas que alternen su pasión con los estudios pensando en su futuro.

El exportero es jubilado de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos y es padre de Marcelo Torrico, quien le siguió los pasos y fue arquero en la Selección Nacional que jugó el Mundial de EEUU 1994.


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